Crónicas inevitables

Thursday, June 22, 2006

Evocaciones en salsa de aguacate


Ante generosos platillos, el recuerdo de una vida: la del deporte mexicano en la última centuria


Pedro Díaz G.


Uno es el alarido: unánime, casi lapidario: ¡buuuu!, gritan desde un sector del salón y el buuuu pronto se generaliza: buuuuuuu. Jorge Camacho, maestro de ceremonias, da a conocer a los mejores deportistas del siglo. Atiende la mesa de honor, lo hacen comunicadores. "Y en la rama del atletismo, la designación cae en Raúl González". Buuuuu.

--Yo voté por Daniel Bautista --dirá uno de los reporteros-- y por ello el abucheo.

--...Recordemos que estos son resultados que han enviado medios de comunicación de todo el país; fueron votos libres --responde el hombre del micrófono a manera de aclaración.

Y entonces, regresa el orden porque no existirán más recriminaciones. Ni una sola. 33 deportistas han sido seleccionados como los mejores del siglo, uno por disciplina, y las palabras entonces se convierten en imágenes evocadoras. Al saludo de las finas rebanadas de melón con jamón serrano se tiene una certeza: evitar que por el avance de la humanidad muchos más ídolos caigan de su pedestal y sus fragmentos queden amontonados en las veredas de los siglos.

--Una copa de vino, por favor.

--...Un momentito --responde solícito el mesero.

En atletismo... Raúl González.

De pronto, y como si fuera efecto de un conjuro, la algarabía se convierte en rechazo generalizado, al recordar a quien atleta fue y en dirigente (?) convirtióse. Nadie reclama, sin embargo, cuando en Pentatlón moderno el elegido es Ivar Sisniega. Conade: ¿juez y parte?

...En tenis Raúl Ramírez (fue en febrero de 1975: la serie toda, ante Estados Unidos, fue para él; victorias sobre Stan Smith, Roscoe Tanner, y, con Vicente Zarazúa: triunfo ante Bob Lutz y Dick Stockton. Y ya sigue Sudáfrica. Y ya México pierde por default, cosas de la política...); Felipe Muñoz, en natación: (paroxismo en la alberca Francisco Márquez: en los últimos 25 metros de la prueba 200 de pecho, el Tibio intensifica brutalmente su braceo, y del quinto sitio trepa al segundo. Y en los milímetros finales da alcance al soviético Kosinsky. Se produce un doble toque de placa casi simultáneo: el tablero es sinónimo de fiesta: oro para México, en sus propios Juegos Olímpicos); por el futbol americano, Manuel Vallarí (1947: diciembre 20. A pesar de cuatro jugadores all american, la selección mexicana vence a los de Randolph Field en el Tazón Azteca. Ante el quarterback Arnold Tucker, el centro Jim Enos, el fullback Félix Doc Blanchard y el headcoach, que termina jugando, John E. Merrith. Con Vallarí, halfback del IPN, juegan Alberto Chivo Córdova, Víctor Ramírez, Salvador Tarzán Saldaña...)

Es brócoli la guarnición. Tras el nombre y apellido, la remembranza obligada, al sabor del plato fuerte: pechuga rellena de flor de calabaza, bañada en salsa de aguacate.

--¿Le recuerdo mi copa de vino?

--No tenga cuidado, en un momento...

El mejor del siglo, en beisbol: Fernando Valenzuela (el 6 de junio de 1979 termina la larga cacería: Mike Brito ha empleado año y medio buscando talentos para los Dodgers y ha encontrado a un juvenil de 19 años, pítcher zurdo, sonorense. Juega para los Leones de Yucatán pero es cedido como préstamo a los Pericos del Puebla. Ahora lo firman por 120 mil dólares; partirá a las ligas menores. Y... 1981: mientras la Anabe lucha por la dignidad del pelotero nacional, nace la fernandomanía al otro lado de la barda: el Toro polariza la atención de los estadounidenses: novato del año, trofeo Cy Young --primer novato en recibir esa distinción--, Bat de Plata --como mejor pítcher bateador-, trofeo Roberto Clemente --mejor pelotero latinoamericano--, y, además, es parte del equipo ideal esa temporada, en Grandes Ligas. Ganan los Dodgers el gallardete de la Nacional ante los Yanquis); en automovilismo, Pedro Rodríguez (1967: abre apenas el año y México ya tiene un piloto que sabe ganar en la Fórmula Uno. Es Pedro. Lo merece por su perseverancia y su calidad. Ahora primer piloto de la escudería Cooper Maserati, gana el Gran Premio de Sudáfrica, en el circuito de Kyalami: 80 vueltas a una pista de 4 mil 904 metros, hasta totalizar 327.520 kilómetros corridos bajo un sol abrasador. Cronometra 2.4.30 horas para un promedio de velocidad de 156.258 kilómetros por hora. Es el primer líder de la temporada).

Vendrá el mousse de chocolate. Y más nombres.

Los mejores del siglo. Uno por disciplina. Celebración previa a la real, a aquella en donde los homenajeados sí asistirán, en "fecha próxima", cuando les convoque el presidente Ernesto Zedillo.

La comida-conferencia será, en esta ocasión, en uno de los salones del Colegio de Ingenieros, a unos pasos de la Conade.

Joaquín Capilla, clavados; Pilar Roldán, esgrima; Edda Piccini, boliche... Recuerdos. Imágenes. Triunfos.

--¿Y mi vino?

--Mi hijo yo creo que va a ser mesero --dice muy serio otro periodista. --¿Por qué? --Le hablo y le hablo y ni caso me hace.

Y, tras las risas, solícito el caballero: --Su café, ¿con dos de azúcar?...

Marzo, 2000





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